James “Jim” Simons fue primero matemático por 20 años, después un hombre de negocios por 33 años, y desde 2009 se dedica a la filantropía.
Jim, el matemático, se recibió de doctor a los 23 años, en Berkeley — California y ganó el premio Oswald Veblen al trabajo en Geometría, a los 38 años.
Cuando le preguntó a Warren Ambrose, profesor suyo en el MIT, si le convenía enfocarse en una sola rama de las matemáticas o saber un poco de muchas ramas. La respuesta de Ambrose:
One can make the cliché either way.
En este video arranca a hablar en el minuto 11, y hace un recorrido por su vida. Son 35 minutos aproximadamente.
Al final termina hablando de lo que serían sus “guiding principles”:
1. Trabaja en algo nuevo
Él considera que su mérito fue encontrar problemas inexplorados y dedicarse a ellos en lugar de trabajar en problemas conocidos y atacados por otros.
2. Trabaja con la mejor gente
Esta es una idea a la que vuelvo una y otra vez.
Se trata de trabajar con gente con la que uno emprendería una viaje a la Luna. Mirar a la persona a la cara y entusiasmarse pensando en la aventura que podría construirse.
En su carrera como matemático, se encontró trabajando con 2 personas de otra facultad, con quienes enseguida congenió. Después de hacer un viaje en moto desde USA hasta Bogotá, y después de algún tiempo dando clase, volvió a buscar a estos 2 compañeros y les dijo que se iba a quedar con ellos
until we found something we could start.
Así lo hicieron. 12 años después de fundar la compañía y devolver la plata que inviertieron, empezaron a ver dividendos (muchos).
Hace un tiempo entendí cómo interactuar con personas así me hace salir de cualquier malhumor que tenga…
Hay personas definitivamente expansivas, con las que un encuentro se convierte en una experiencia “totalizante”.
3. Guiarse por lo estético
Transcribo porque vale la pena:
Casi todo lo que he hecho tuvo un componente estético, al menos para mí. Uno podría pensar: “Construir una compañía que compra y vende bonos… ¿qué hay de estético en eso?”. Lo que es estético de eso es justamente construirla adecuadamente: tener a la gente adecuada, resolver el problema adecuado, atacar el problema en forma adecuada […] Es lindo hacer las cosas adecuadamente.
Y por último, 4. No te rindas.
Todavía me acuerdo cuando leí sobre este tipo en la revista Institutional Investor que mi viejo traía a casa, y no poder creer que el tipo fuera matemático, trabajara de eso, y le fuera tan bien…
Nota: este video me llegó y lo tuve entre los pendientes para ver 1.434 (mil cuatrocientos treinta y cuatro) días atrás… todo llega.