Libro: The Score Takes Care Of Itself

Así se llama el excelente libro de Bill Walsh que terminé hace unos meses: El resultado se encarga de sí mismo.

Bill Walsh fue entrenador de fútbol americano de los San Francisco 49ers durante muchos años y el libro cuenta su paso por el equipo, pero fundamentalmente su manera de trabajar.

La piedra angular de su filosofía de liderazgo está en la página 25:

The culture precedes positive results. It doesn’t get tacked on as an afterthought on your way to your victory stand. Champions behave like champions before they’re champions; they have a winning standard of performance before they are winners.

Bill Walsh era una persona detallista, exhaustiva, decidida y apasionada por lo que hacía.

Su historia resumida: flojísimo arranque en resultados en su primer temporada como entrenador, jugadores que no lo entendían, prensa que lo tomaba de punto… todo se resumía en su récord inicial: de los primeros 35 partidos dirigiendo, habían perdido 26.

Finalmente, terminan ganando el Super Bowl… y esto ocurrió solo 14 partidos después de esos 35.

Casos como estos parecieran invitar al escepticismo, como el de los emprendimientos exitosos para los cuales hay cientos de casos contrarios. La diferencia es que Bill Walsh terminó ganando tres Super Bowls.
Ganar un SuperBowl podría ser casualidad para alguno… ganar tres, ya no tanto.

Ganar vs Probabilidades de Ganar

Bill Walsh era un convencido de que la manera de gestionar los resultados es a través de la gestión de los comportamientos, y él tenía una definición del comportamiento para cada persona del equipo y de la organización. Todos en la organización tenían el Standard of Performance como guía de comportamiento y eje alrededor del cual el trabajo y la colaboración se tejían.

De ahí la frase inicial: sólo por una serie de casualidades el equipo podría ser campeón sin el comportamiento previo, propio de los campeones.

Ahora, necesariamente la dificultad en esta filosofía empieza — y, para muchos, termina — cuando los resultados no acompañan…

En este preciso punto entra la cualidad de su liderazgo:

Progress, or lack thereof, in sports and business can be measured in a variety of ways, some much more subtle than others. Often it takes a keen eye and a strong stomach to dig through the “ruins” of your results for meaningful facts. A season’s won-lost record (or your market share, sales figures, stock price) may not — will not — tell you what you need to know to be fully informed about the strength of your organization. Thus, I looked for clues that might indicate whether we were moving in the right direction, at the right speed, and if not, what we needed to do to address the problems.

Esta es la mirada de Randy Cross, jugador de los 49ers, experimentando en primera persona la dicotomía de la falta de resultados y la mejora que se gestaba:

The year before Bill arrived, we were 2–14, and maybe the worst team in the history of the NFL. The next year, under Bill, we had exactly the same record, 2–14, but we were the best 2–14 in the history of the NFL. We had the germinating seeds of a good offense, and we sensed it. Players are very hard to fool, and we could see things happening because of Bill.

Es decir, la cualidad del liderazgo como el saber ver la realidad tal cual es, descubrir cuál tiene que ser el próximo paso, y lograr que el equipo se mueva en esa dirección.

En algún sentido es similar al artículo aquel de David Kirk, ex-capitán de los All Blacks, cuando decía que su foco como equipo era ser cada vez mejores, por encima de todo:

Simplemente estábamos intentando jugar como ningún otro equipo había jugado en la historia. Ya no jugábamos contra otros equipos, sino contra nosotros y el juego mismo. Los rivales eran el medio a través del cual intentábamos convertir nuestra visión en una realidad.

En la lógica de OKRs con la cual uno cascadea objetivos, esto es casi como definir como objetivo “Convertir nuestra visión de juego en realidad” y como resultado clave de éste “Ganar el mundial”; o sea, vamos a saber que estamos alcanzando nuestra visión de juego porque superamos a todos los rivales en el Mundial.

La lógica común generalmente funcionaría al revés: el objetivo es ganar el Mundial, y el resultado clave jugar como su visión les indica.

Retomando una práctica que tenía 20 años atrás, acá va este documento con todas las frases destacadas del libro. 

1 comentario en “Libro: The Score Takes Care Of Itself”

  1. Pingback: Cuando los resultados no llegan – Hacia el alto desempeño

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *