Carlos Brito es el CEO de AB Inbev, un gigante cervecero fruto de múltiples adquisiciones, pero, sobre todo, fruto de una cultura de trabajo y una capacidad de soñar bastante poco común.
A mediados de junio dio el discurso a los graduados de la escuela de negocios de Stanford, en el cual menciona tres consejos.
Don’t bet on things, bet on people instead
No apuestes por cosas: posiciones, salario. Apostá por las personas.
Trabajá con gente que admires, que respetes; personas que te inspiren, con quienes compartas valores y de quienes puedas aprender.
Como decía Jim Collins: Primero quién, después qué.
No imposible, pero sí realmente difícil
El lugar de aquello que no es imposible sino realmente difícil es el mejor lugar en el que uno puede estar si quiere recorrer una curva de aprendizaje exigente y empinada.
Este lugar te saca de tu lugar habitual, de tus rutinas habituales, de tu conocimiento ya adquirido. Necesariamente vas a tener que aprender, equivocándote y reflexionando, pero mientras hacés.
En la vida profesional es difícil pasar 9 años en un lugar cómodo y pretender aprender mucho al año siguiente. No es así como funciona.
El músculo del aprendizaje tiene que ejercitarse y es más probable que podamos encadenar y aprovechar más 10 años de aprendizaje continuo que 9 años de tranquilidad y 1 de exigencia.
En su exposición de 15 minutos cuenta también la gran anécdota del momento en que conoce a Jorge Paulo Lehmann y le pide ayuda financiera para estudiar en Stanford.
Un tipo muy lúcido: