En un viaje a Brasil en septiembre de 2013, me contaron sobre la cultura de Ambev y de cómo Jorge Paulo Lemann, Marcel Telles e Beto Sicupira se habían comido cruda la industria cervecera del mundo, llegando a comprar Anheuser-Busch (Budweiser).
La historia que construyeron estos flacos es increíble.
Se la creyeron desde el minuto 1, ejecutaron como ninjas y, bueno… naturalmente tuvieron su dosis de “boa sorte”.
La parte triste es en la que hablan de semanas de mucho más de 40 horas o de sábados y domingos laburando como cualquier día.
Así es la vida de los héroes. Nadie es perfecto.
Aunque Lemann hace bastantes méritos, por tres motivos.
El primero, porque cuenta el libro que se fue a estudiar Economía a Harvard en 1957…
Quién se iba a estudiar afuera en esa época? Nadie. Bueno, sí… este flaco.
El segundo, por cómo reclutó al que hoy es CEO de AB Inbev.
Carlos Brito le escribió de la nada (out of nowhere), pidiéndole que lo ayudara con plata para ir a hacer su MBA a Stanford.
Jorge le dijo que sí con 3 condiciones:
1. Que lo mantuviera al tanto de cómo iba el curso, y que le mandara artículos o cosas interesantes sobre finanzas que le dieran para leer. Brito le contaba cada mes cómo le iba + artículos.
2. Que en el futuro ayudara a alguien de la misma manera que ahora él lo iba a ayudar (tal cual lo que les decimos a los becarios desde el día 1 en la Fundación Grupo San Felipe). Hoy Brito es uno de los principales donantes de una fundación que ayuda a brasileños a estudiar afuera.
3. Y que cuando terminara el MBA, antes de aceptar una oferta de trabajo, fuera a hablar con él. Lo hizo, y aceptó un laburo con él por 20.000 dólares en Brasil, rechazando una oferta de McKinsey de 90.000 dólares en USA. Sí, 20 contra 90.
El tercero, porque cuando salieron del banco de inversión que habían armado, empezaron a invertir en varias compañías, y Jorge dijo esto:
Nuestro activo más valioso es el tiempo, y lo estamos usando muy mal haciendo varios negocios en simultáneo.
FOCO.
El libro tiene 200 y pico de páginas y con alguna base de portugués se lee bien.
El problema no es que el libro todavía no tenga traducción al castellano.
El problema es la ansiedad que tenés cuando lo terminás de leer…
Dime tu sueño grande y te diré quién eres!